Recuerdo que me asignaron exponer repentinamente, en un “retiro” hace algunos años, acerca de una historia que jamás había escuchado. Leí rápidamente para evitar equivocarme en mi lectura. Al encontrarme en frente de este grupo de mujeres muy atentas a mi lectura comienzo a comprender el tesoro que tenía en mis manos.
Durante la exposición termine con lágrimas, exponiendo la transformación tan increíble que tiene la oruga para convertirse en mariposa.
Esta historia parte con una oruga que tarda 4 días en salir de su huevo. Se alimenta de algodoncillo durante 14 días, luego se transforma en crisálida creando una bolsa protectora donde entra en la fase de metamorfosis, aquí permanece durante un periodo de 10 a 13 días. Finalmente la bolsa se va haciendo transparente, viéndose los colores de la mariposa de donde emerge como adulto, saliendo completamente para vivir únicamente entre 4 a 5 semanas, en donde comienza nuevamente el ciclo: Huevos- oruga- crisálida- mariposa. Aunque hay unas que pueden vivir entre 8 y 9 meses según la época en la que nacieron.
Vale aclarar que la mariposa Monarca esta en vía de extinción, por la tala ilegal de árboles (México) y el uso de herbicidas (Estados Unidos) lo que afecta el algodoncillo que es su fuente de alimento.
Esta historia de la vida real nos habla de la transformación, una tras otra, como si no fuera ya suficiente. Pero tan necesaria cuando se trata de aprender la lección, de madurar y fortalecer nuestro espíritu, de saber que hacemos parte de procesos para curar el Alma.
Lo cierto es que algunas veces tenemos más poder del que queremos ver, pero malgastamos nuestra energía resistiéndonos al cambio, con la mirada en el pasado, intentando ser quienes ya no somos.
“Lo que niegas, te somete. Lo que aceptas te transforma”
Carl G. Jung
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